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El Arte de las Musas

instrumentos musicales

Stradivarius

Stradivarius

A finales del S XVII y comienzos del XVIII, en Cremona (Italia) se produjeron una colección de extraordinarios instrumentos musicales de cuerda que todavía hoy son cedidos o adquiridos por los mejores músicos del mundo porque nadie ha sido capaz de reproducir su sonido maravilloso. Son famosos los violines stradivarius (realizados por Antonio Stradivari) aunque también existan violas, violonchelos, mandolinas... de los que los realizados por los Amati y Guarnieri son tan buenos como los realizados por el luthier Stradivari.

Conscientes del enigma, hasta la fecha se habían apuntado distintas hipótesis como la composición del barniz (aún hoy desconocida), hasta el tratamiento de la madera con agua de mar como forma de evitar la carcoma. Sin embargo, los propios luthiers actuales dudaban de esas teorías y señalaban que el barniz no determina el sonido y que el tratamiento con agua de mar puede reproducirse... y no por ello se logra imitar el sonido de un Guarnieri o un Amati y que la respuesta tenía que estar en la madera. Todavía hoy los luthiers artesanales de Cremona prefieren la madera de abeto del llamado "Bosque de los violines" en Paneveggio, pero tampoco ellos logran actualmente la sonoridad de un stradivarius ¿por qué?

La respuesta la encontraron (al menos en teoría) Lloyd Burckle y Henri Grissino-Mayer en un artículo publicado en la revista Dendrochronologia. Según estos autores, los luthiers de aquella época se beneficiaron de una madera de extraordinaria calidad producto de un crecimiento ralentizado de los árboles como consecuencia del llamado mínimo de Maunder. Entre 1625 y 1720 se produjo lo que se llama de forma popular "la pequeña Edad de Hielo", un descenso generalizado de las temperaturas en Europa que Maunder atribuyó a una perturbación de la actividad solar. Ese descenso de las temperaturas se observa en los anillos de crecimiento arbóreo como una serie de anillos mucho más delgados de la media. Los árboles engrosaron menos, pero la madera tenía más densidad de lo habitual y esa mayor densidad explica el que hoy sean irreproducibles los instrumentos musicales construidos durante esa época con esa madera.
La hipótesis de Burckle y Grissino-Meyer tiene varias mejoras sobre las precedentes como es el que no se centra en un supuesto secreto de Stradivari (que no explica la calidad similar de los Amati y Guarnieri) ni en lo que los propios luthiers consideran como elementos accesorios de la calidad de un instrumento. Aunque antes de aceptar la hipótesis como válida haya que hacer consideraciones como que los instrumentos actualmente conservados han sido modificados a lo largo de los años, que la madera es un material que evoluciona con el tiempo, y que no disponemos de ningún medio para saber cómo sonaba un violín cuando salió de las manos de Stradivari (sólo sabemos cómo suena desde hace un siglo aproximadamente, desde que empezamos a tener registros fonográficos y, para entonces, ya tenían 200 años de antigüedad) aún así la hipótesis es verosímil y tiene la ventaja de ser verificable.

 

INSTRUMENTOS PRIMITIVOS

INSTRUMENTOS  PRIMITIVOS

Aunque la existencia de instrumentos musicales se remonta al Paleolítico, el uso que nuestros antepasados prehistóricos hacían de ellos no es el que se les da en la actualidad.
La mayoría de ellos se usaban para rituales relacionados con la hechicería y la magia, para aislar a los malos espíritus o para propiciar la lluvia en períodos de sequía, pero también en esta época el hombre comienza a desarrollar su sentido artístico y la necesidad de expresarse mediante la música.Golpear el suelo con el pie o dar palmadas solían ser los recursos más habituales para acompañar las danzas o los movimientos corporales.
El material con el que construían estos instrumentos solía ser de origen animal (pieles, pelos...) y vegetal (madera...) para más adelante pasar a utilizar la piedra.

Es ya en el Neolítico,en Mesopotamia y Egipto, cuando aparecen los instrumentos que, con profundas modificaciones, persistirán hasta nuestros días. Algunos de ellos, que consideramos destacables, son los sonajeros (calabazas secas o cáscaras de coco en las que se introducen semillas o bolitas de arcilla), los crótalos (considerado antecesor de las castañuelas, consistía en dos tablillas alargadas de madera o marfil y unidos por la base), campanas (construidas en madera o con caparazones de tortuga), flautas (hechas de hueso), el arco musical (procedente del arco para la caza e identificado como antecedente de la cítara y más tarde el arpa)....

Existen evidentemente otros muchos instrumentos prehistóricos, sólo hay que imaginar la lista de civilizaciones que existieron antes de nuestra era, las cuales contribuyeron a lo largo de los siglos al perfeccionamiento de los mismos.


El Monocordio

El Monocordio

  El Monocordio era utilizado para la enseñanza teórica y práctica de la música y como diapasón, herramienta de medida para determinar el afinado de otros instrumentos: órganos, campanas...

 

Pitágoras (siglo VI a.d.C.) hizo famoso el monocordio ya que lo utilizó para identificar y definir los intervalos musicales. Entre otras cosas, demostró que la frecuencia del sonido es inversamente proporcional a la longitud de la cuerda.

 

La primera referencia escrita sobre el monocordio-diapasón de múltiples cuerdas usado por Pitágoras para verificar la relación entre números, pesos y sonidos se atribuye a Boecio (siglo VI dC).

Según su relato: “Pitágoras estaba obsesionado por explicar matemáticamente los intervalos y al pasar por una herrería, quedó sorprendido por el sonido rítmico del golpe de los martillos en el yunque. Entró, observó y realizó el experimento con cinco martillos. Comprobó que el que rompía la escala perfecta de sonidos tenía un peso sin relación numérica con el resto, por lo tanto, lo eliminó.

Con los restantes, obtuvo las siguientes conclusiones:

- sus pesos estaban en la proporción 12, 9, 8 y 6; el mayor (12), de peso doble del más pequeño (6), producía un sonido (una octava) más bajo que el menor.

- el peso de los otros dos martillos (9 y 8) correspondía a la media aritmética y armónica respectivamente de los de peso (12 y 6), por lo que dedujo que darían las otras notas fijas de la escala”.